Las noticias falsas, o fake news, en su acepción inglesa, son informaciones falsas, o “manipuladas”, que se difunden como si fueran verdaderas, generalmente a través de las redes sociales, sitios web o medios de comunicación. A los efectos de resultar más creíbles, suelen presentarse con titulares llamativos o exagerados, circulan rápidamente (particularmente en las redes), mezclan datos falsos con datos reales, aunque suelen presentar fuentes informativas poco creíbles. Entre sus objetivos se pueden mencionar: Manipular la opinión pública o influir en decisiones políticas, sociales y/o económicos; Desacreditar personas o instituciones, generando desconfianza en la ciudadanía; Generar confusión o división social; Desinformar respecto de la realidad; entre otros.
Estos objetivos, claro, ponen en riesgo cuestiones vinculadas al derecho a la información de las y los ciudadanas/os. El principal perjuicio que ocasionan es que vulneran el derecho a estar correctamente informado, ya que presentan “mentiras” como si fuesen verdades. Por otro lado, dificulta la formación de una opinión crítica y libre (por parte de las/os ciudadanas/os), porque distorsionan la realidad. También favorecen la desinformación, lo que suele tener consecuencias sociales e incluso sanitarias. Finalmente, debilitan la confianza en los medios de comunicación, afectando la calidad democrática.
Como ciudadanas/os tenemos la “obligación” de buscar evitar su divulgación. Para ello debemos poder analizar críticamente dichos mensajes. Sabiendo que los medios de comunicación “construyen” la realidad, podemos analizar algunas de las siguientes cuestiones: Verificar si la información es verdadera, corroborando la misma a través de varias fuentes informativas; Comprobar si es de fecha actual, leer la totalidad de la información, y si se comprueba que haya pluralidad de voces involucradas; y/o… Conocer, o investigar, la “línea editorial” del medio que publica la información, analizando con qué sectores sociales, políticos, económicos, etc., tiene vinculación.
Finalmente, corroborar la información, investigar las fuentes, repudiar los mensajes falsos y no divulgarlos, ejercer el derecho a una información fidedigna, son algunas de las cuestiones a tener en cuenta cuando de noticias falsas se trata.




